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CALETA OLIVIA
Individuos foráneos que organizaban bailes clandestinos vía Internet, utilizando como pista de baile una cámara frigorífica de la ex firma Siracusa en barrio Stella Maris, protagonizaron un verdadero escándalo en la madrugada de ayer cuando les cayeron el jefe de Habilitaciones del Municipio local con otros dos inspectores y un oficial de Policía de la seccional Tercera.





Cuando les estaban labrando las correspondientes actas de Infracción y procediendo al secuestro de bebidas alcohólicas, con cerca de otras 150 personas la emprendieron contra los inspectores y el policía y los tomaron literalmente de rehenes. Otros dos efectivos policiales que estaban en el exterior a bordo de un patrullero, debieron solicitar refuerzos de varias dependencias policiales para salir en auxilio de los inspectores y el policía a quien golpearon ferozmente. Hay tres detenidos que son oriundos de San Luis y Mendoza.

Vía Internet, organizaban bailes en el frigorífico

De acuerdo a la información aportada por fuentes policiales de la seccional Tercera, los hechos tuvieron lugar a partir de las 4:15 de la madrugada de ayer cuando el director de Habilitaciones del Municipio local, José Alberto Quinteros, se hizo presente junto a otros dos inspectores y el oficial de Policía Eduardo Blanco, se constituyeron en instalaciones de lo que figura como Frigorífico Siracusa, situado sobre calle Ladvocat 50 del barrio Stella Maris.
Es que los municipales tenían previo conocimiento que en dicho lugar funcionaba un baile clandestino donde invitaban a clientes a través de Internet y que utilizaban una cámara frigorífica como pista de baile. Efectivamente, constataron la infracción y que, además, cobraban entradas y hasta expendían bebidas alcohólicas, por lo que decidieron labrar las actuaciones de rigor y procedieron al secuestro de diversos elementos como bebidas alcohólicas que cargaban en una camioneta que previamente había ingresado al patio de dicho predio.

Tomados de rehenes

Resultó ser que apareció un corpulento individuo, posteriormente identificado como Miguel Horacio Escudero, de 48 años, acompañado de su hijo Emanuel Escudero, de 23 ambos oriundos de San Luis, y otro hombre identificado como Miguel Schwindt, de 30 años, oriundo de Neuquén, quienes se opusieron férreamente al secuestro de los elementos y envalentonados por el acompañamiento de cerca de 150 personas la emprendieron contra los trabajadores municipales y golpearon ferozmente al oficial Blanco y los encerraron en un baño mientras cerraban el portón de acceso al predio.
Justamente, afuera del predio, sobre calle Ladvocat, había un móvil policial con dos efectivos policiales que, preocupados por lo que podría estar sucediéndoles a su camarada e inspectores municipales, debieron apelar a pedir refuerzos de varias dependencias policiales para ingresar por la fuerza. Así fue y nada fácil por la férrea resistencia de los parroquianos y especialmente de quienes arriba fueron nombrados. Finalmente lograron detener a Escudero y su hijo y también al hombre de Neuquén y auxiliar al oficial Blanco enviándolo a un sanatorio céntrico ya que sufrió lesiones en su cabeza y en el cuerpo.
Para Miguel Horacio Escudero cabría la imputación de "Privación ilegítima de la libertad y atentado, resistencia y lesiones a la autoridad" y junto a los dos restantes detenidos comparecerían en horas del mediodía de hoy en una audiencia de control de detención.